Por consiguiente, las hojas pierden toda su herramienta y la planta precisa dedicar mucho más energía para mantener las hojas que la que estas le reportan. Además de esto, la clorofila, el pigmento que les da su color verde, hace agobio oxidativo en estas condiciones de luz y temperatura. En este 2022, la campiña inglesa se está tiñendo de rojo y dorado 3 meses antes de lo normal. Especialistas en vida silvestre han puesto la voz en grito sobre los cambios no estacionales en el paisaje. Lo que sucede para que el otoño llegue antes de tiempo al bosque es que la carencia de lluvia está estresando a los árboles, que pierden sus hojas meses antes de tiempo para ahorrar agua y energía.
Pero, incluso un árbol tan fuerte como este no puede soportar las condiciones veraniegas de las calles. El no poder absorber bastante agua del suelo pertence a los motivos, pero hay mucho más. Esto disminuye el tiempo que se puede llevar a cabo la fotosíntesis, que se traduce en menor energía para el árbol.
¿Por Qué Razón Los Árboles Pierden Sus Hojas En Otoño?
Otro aspecto importante es el nivel de precipitación, específicamente los bosques caducifolios precisan una precipitación mínima de forma anual de 100 cm. En estos bosques caducifolios las estaciones están tremendamente marcadas y se traducen en un pintoresco cambiar de colores y puntos. Pasamos de inviernos en latencia donde las hojas deben caer y los árboles tienen que reducirse a sus partes mucho más duras como los tallos, leños, ramas y corteza a momentos de exuberancia de vida en primavera y verano. Aparte de mostrarnos esos colores tan deslumbrantes, las hojas en otoño deben caer. Las hojas de otoño no son simplemente arrancadas de los árboles, sino se separan de las plantas en un proceso altamente controlado.
Es por eso que las plantas contienen estos pigmentos en cualquier época del año, aun en el momento en que su color no es aparente pues está oculto por el verdor de la clorofila. En verdad, las plantas invierten una buena cantidad de energía en sustituir la clorofila dañada con moléculas frescas de clorofila para sostener la fotosíntesis eficiente. Durante la temporada de crecimiento los árboles generan mucha clorofila por lo que las hojas se sostienen verdes.
Mucho Más En Naturaleza Y Planeta Tierra
Los robles, por ejemplo, se encuentran entre los últimos árboles en cambiar de color. No obstante, el clima y la humedad del suelo tienen la posibilidad de afectar la calidad del color del otoño. Una sequía severa de verano puede retrasar el color del otoño por ciertas semanas. Temperaturas más bajas hacen que se pierdan antes las clorofilas y el paso al amarillo es mucho más veloz.
Una fuente de pérdida de energía bastante grande para la supervivencia del árbol. Tomemos como un ejemplo el plátano de sombra, el árbol que mucho más se planta entre el cemento y el asfalto de nuestras calles. No es pues sea mucho más económico y bonito, que no es así bastante, sino por la sencillez que tiene en amoldarse a suelos secos, lo veloz que medra y la poca cantidad de agua que necesita.
Con el otoño, los árboles se visten de unos hermosos tonos cálidos, las horas de luz reducen y las calles y jardines se llenan de hojas por todo el suelo. Podemos notar que dentro de las hojas siempre hay máculas de otros colores, que en verano no se podrán ver con tanta facilidad pero que en otoño serán más evidentes por el hecho de que las hojas por el momento no van a ser verdes. Las máculas cobrizos, amarillas y naranjas se observarán en mucho más aspecto. La proporción de clorofila en las hojas es más achicada en otoño que en verano, y exactamente este pigmento es el responsable de convertir a las hojas en verde. En la ciudad se aprecia más la caída de las hojas en veranoIncluso un árbol tan fuerte como este no puede soportar las condiciones veraniegas de las calles.
Acompañados por el abrigo, guardado en el armario desde hace unos meses, disfrutamos del fragancia de los primeros fríos de septiembre y octubre. Ciertos árboles de hoja caduca están dejando atrás el color verde y sus copas se están tiñendo de colorados, amarillos y naranjas. En dependencia de la climatología, la proporción de luz diaria durante la estación puede cambiar y con ella la cantidad de pigmentos en las hojas. FlavonoidesCuando, en otoño, la abundancia de clorofila reduce, los flavonoides y carotenoides se vuelven al final visibles y dan a las plantas su aspecto otoñal. Aun si asimismo la producción de estos pigmentos se detiene con el frío, los que ya existían son mucho más estables que la clorofila y continuarán durante toda la temporada.
Conforme se descomponen, sus nutrientes se filtran al suelo y nutren a las futuras generaciones de vida vegetal y animal. Es muy posible que las hojas caídas sean un factor clave en la supervivencia no solo de los árboles, sino más bien de los bosques en su grupo. En los jardines tiene otra virtud pues teóricamente no es requisito rastrillar para eliminar cada hoja caída.