Por si acaso eso fuera poco, de acuerdo con el estudioso David Keltner, en el momento en que experimentamos asombro tenemos la posibilidad de sentir escalofríos, que se nos ponga la piel de gallina o tener una sensación cálida y expansiva en la región del pecho. Todos ellos son signos incuestionables de una activación del nervio haragán. El estrés y la ansiedad tienden a inflamar dicho nervio, al paso que su estimulación, en un caso así por medio de el desconcierto, podría generar, de nuevo, una reducción en la inflamación del cuerpo.
El contenido es algo genuino, creado por el artista, que puede o no representar fielmente el aspecto aparente del modelo. Es “lo que el autor quiere decir” y lo que la representación pictórica lúcida en nosotros. “Cuando estoy “dentro” de mi pintura, no soy siendo consciente de lo que estoy haciendo.
La gente tienden a seleccionar sus acciones y ocupaciones basados en las emociones actualmente, ya que pertenece a la naturaleza de las conmuevas incitar a realizar una determinada acción. Sin duda alguna, estaemociónes la más especial de todas y cada una de las conmuevas básicas. No posee un tono hedónico, esto es, es imposible decir que sea una emoción siempre y en todo momento efectiva o siempre negativa. La sorpresa tiene una duración muy breve y se desata de manera rapidísima, además de esta manera se puede transformar en cualquier otra emoción. Algo que caracteriza a lasorpresaes que enseguida centramos estímulos novedosos.
Conmuevas Básicas Primarias Y Emociones Básicas Secundarias
Y si hay una palabra que defina el frenesí vital de la modernidad en Occidente, tal es superficialidad. Algo de esto percibió ya Dostoievski cuando escribió que “la belleza salvará al mundo”. Acudamos a un caso de muestra, el cuadro de Guy Rose titulado La Mère Pichaud, pintado el año 1890. Apreciamos gracia en un elemento que rompe una simetría o un ritmo, que llama la atención por inesperado y diferente… y que sin embargo realza la hermosura de lo contemplado. Se descubre en las vagas recomendaciones que insinúan, en los recursos que sorprenden , en el contrapunto que acentúa la sintonía de líneas musicales diferentes, en el juego travieso del elemento que rompe la monotonía de una serie y que, no obstante, destaca su hermosura. El poeta Pedro Salinas expone de qué manera “el mundo, la rosa, la piedra, el pájaro”, el beso o el mismo sol, adquieren una luz novedosa, una milagrosa claridad en el “esplendor sereno” del poema, labrado y concebido en el duro esfuerzo del proceso creativo.
En el momento en que la belleza atraviesa la corporalidad humana –vista, oído, tacto, movimiento…- y llega a lo íntimo, al corazón, se hace contemplación, gozo, ensaltación, admiración, energía, entusiasmo, arrobamiento. En todo caso, como espéculo de la naturaleza humana, abierta a lo real, manifiesta que somos algo más que puros animales que procuran la satisfacción de sus necesidades repentinas de supervivencia. La captación y también interiorización de la belleza nutre el espíritu humano, lo cual la convierte en que se requiere para el hombre. El aspecto mucho más fundamental de la actividad artística es indudablemente la transmisión de sentimientos.
Esa transmisión espolea y provoca, conmueve, sacando de la indiferencia. La sensibilidad del artista experimenta primeramente una emoción o inspiración, de su experiencia aflora un afán creativo, y con su comprender hacer y su singularidad, sirviéndose de determinados elementos materiales, genera una obra “tocada” por la hermosura que se proporciona a otros seres humanos. Comencemos por pensar en la experiencia estética, en ese encuentro -a veces un auténtico impacto-, que nos saca de la indiferencia o de la monotonía y despierta nuestra admiración, nuestro desconcierto. La hermosura, de hecho, es objeto y fundamento de una experiencia humana singular, sendero privilegiado que nos deja asomarnos al orden profundo de la verdad y a lo humano permanente, latente en nuestra vida diaria. La obra, si es genuina, transporta el sello y la huella de su creador, pero no es su creador. Así, entendemos de espectaculares artistas que impregnan de hermosura o rectitud sus creaciones artísticas, o que resuelven airosamente en la ficción ocasiones complicadas, pero que en la vida real naufragaron estrepitosamente.
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El sentir alegría nos hace tender a la afiliación y al pensamiento dúctil y divergente y a la exploración. Además de esto transporta a la propagación de un estado de ánimo positivo en el grupo. Hemos visto que el contenido de una pintura no es el objeto que sirve de modelo ni el hecho narrado en el cuadro, sino la expresión plástica, hecha de color y también imagen, que el pintor plasma en el cuadro.
La realidad misma, se pensaba, había sido medida por un Logotipos divino y llevaba consigo la huella de la armonía y la fecundidad autora de Dios. Se vale de muy variados medios de expresión y comunica entre sí a los hombres a través de sistemas de lenguaje propios que actúan mediante los sentidos. El gusto estético, la aptitud de apreciar y saborear lo hermoso, de percibir íntimamente la belleza, es una síntesis armónica de los sentidos, la inteligencia, la intención y el afecto, de las habilidades cognoscitivas y afectivas todas de la persona. La experiencia y el acercamiento de lo bello nos saca poderosamente de la indiferencia, nos conmueve, nos hace captar un “mucho más allí”, o un “no sé qué”, que resplandece en lo que percibimos con nuestros sentidos hasta estremecer nuestro corazón.
Esto, sumado a muchas otras situaciones, nos está transformando en seres de a poco más individualistas. Sin embargo, hay una receta verdaderamente fácil, que solamente requiere tiempo y esfuerzo y que genera grandes transformaciones en quien se la aplica. Melanie Rudd, maestra asistente de la Universidad de Houston, leyó sobre experiencias de que el desconcierto hace que el tiempo se alargue.
Tan solo después de un periodo de tiempo de “aclimatación” me doy cuenta de lo que pasó. No tengo miedo a hacer cambios, eliminar la imagen, etcétera., pues la pintura tiene vida propia. El arte es espéculo de la condición humana, una de cuyas dimensiones mucho más escenciales es la aspiración a la belleza, íntimamente vinculada a la cuestión del sentido y del concepto de la vida. Es tarea del arte humanizar, realizar elocuente lo real en su amplitud y hondura, alumbrando su riqueza oculta, y de modo singular la asombroso y trágica existencia del humano. Arriba, el ciego, si bien no puede percibir la luz, exhibe que siente y “ve”, aun con los párpados cerrados. La frente alumbrada y el ademán sereno y concentrado proponen una sutilísima actitud de reflexión y atención.
Diferencia Entre La Sorpresa Y El Asombro
Al final, siento que todos nosotros precisa comenzar, si no lo hizo ahora, el camino hacia el cambio cultural de modelo mental, de pensamiento y entenderse y entendernos como ciudadanos del siglo XXI…. Ya no tiene que ver con hacer ciertos cambios en la universidad, sino quede inventar la capacitad del siglo XXI. A mí se me sucede buscar la contestación por el lado de la corrupción del alma, (no sólo política o económica). Precioso es “aquello cuya sola percepción agrada”, afirmará Tomás de Aquino (S. Th., I-II, q. 27 a. 1 ad 3). Las cosas hermosas -en las que descubrimos las notas de integridad, proporción y claridad, según el Aquinate- despiertan en el hombre el deseo de su contemplación y producen una manera peculiar de agrado, el deleite estético.
Introducción A La Experiencia Estética, La Belleza Y El Arte
El niño que se sorprende en el momento en que aprende es vivo, despierto, tiene ganas de comprender por el hecho de que asocia ese fin a una sensación interesante. Por ende, se multiplican las opciones de que sea interesante, deseará comprar mucho más entendimientos y desarrollará una actitud abierta a la investigación y el conocimiento. Por último, siento que cada uno de nosotros precisa iniciar, si no lo hizo ya, el sendero hacia el cambio cultural de modelo mental, de paradigma y entenderse y entendernos como ciudadanos del siglo XXI…. Por otro lado, si nos fijamos en el resto de las unas partes del cuerpo cuando una persona está de pie las rodillas encorvaron y el cuerpo se inclina hacia delante después se quita nuevamente. Al sorprendernos se nos quedan “la mente en blanco” esto tiene que ver con lo que hemos dicho anteriormente de interrumpir las actividades en curso para focalizar la atención en el evento asombroso.