De ahí que en este momento habrás visto las varias publicaciones de sociólogos o filósofos que se encargan de este tema. Hay una preocupación por esta afectación que para todos, o prácticamente, es un inconveniente. Lacan es un hijo de su tiempo y, en su tiempo, a mi escaso comprender, los pensadores estaban apasionados en descompactar al Otro, en sacarle consistencia. Freud lo había hecho al hacer lo que va a llamar inconsciente que descompleta al yo poderoso de la razón.
Como afirmaba ahora muy tempranamente Lacan es ese goce que experimentamos en el cuerpo y no es nada homeostático, debe ver con el exceso, con el gasto. Ese goce primero es singular para cada sujeto, es diferente en cada uno de ellos. Y después, claro, hay una marca distinta si uno está en una posición masculina o si está en una posición femenina. Eso es muy palpable en la crónica de las mujeres, por servirnos de un ejemplo. Ahora estoy releyendo ‘El segundo sexo’ de Simone de Beauvoir en el que se charla de de qué forma el derecho trató la cuestión de las mujeres.
Mucho Más Frases
Semeja sugerir que esa lealtad cariñosa no es natural, ni espontánea. Por contra, unicamente se funda o comienza a existir, si se consigue el deber de ser leal mediante la palabra. La oración, por lo tanto, tiene que ver con la situación ética del psicoanalista. Esta pertence a las oraciones de Jacques Lacan que menciona al proceso psicoanalítico y que lo enmarca, más que nada, como un terreno ético.
También de ahí que se plantea que en la situacion de un hombre es mucho más simple que reemplace a su partner. Para un hombre el cariño va por una parte pero el deseo y la sexualidad tienen la posibilidad de ir por otro. El hombre, en principio, no goza a través del amor como puede llevarlo a cabo una mujer. Eso no significa que los hombres no amen, pueden amar y bastante. Sin embargo, para la mujer su goce sexual está muy enlazado al amor, a ser querida, a amar. Esta diferencia ahora marca un problema por el hecho de que un hombre puede amar realmente a una mujer, sostener intocable el cariño y no obstante tiene la posibilidad de tener una relación con otras.
José Manuel Sánchez Ron: Amado Isaac, Amado Albert, Querido Santiago
Lo realiza hasta el punto de boicotear la manera en que interaccionamos con el planeta y establecemos relaciones de amistad y asimismo de pareja. De esta manera, un aspecto que necesitamos y buscamos por encima de cualquier cosa es amor, es reconocimiento. Es ver al otro como alguien único, nuevo y inusual que merece de nosotros lo destacado y no proyectar sobre él viejos patrones equivocados del pasado.
Jaques Lacan charló de esto en su seminario VIII “La transferencia” al realizar referencia al Banquete de Platón. Así, algo que señaló es que el cariño se conjuga muy de forma frecuente bajo la figura de un amante herido por la falta, por la carencia. Esto provoca que tendamos a meditar que lo que nos falta está escondido en el otro y que este está obligado además de esto a dárnoslo. Pero llega el año 63, Seminario de Lacan sobre la Angustia, en el que termina de crear su teoría sobre el objeto. Un elemento que a partir de ahora va a ser el efecto del acercamiento entre el Sujeto y el Otro y que es el vacío de todo objeto. Objeto que al ser un vacío, causa nuestro deseo y nos empuja ¿hacia qué?
El sufrimiento de la niñez traumática persiste a lo largo de décadas, es verdad. Los efectos de una amor que nos traicionó o que vulneró los principios básicos del respeto y el deber, perviven transcurrido un tiempo, es cierto. No obstante, nada es tan necesario como abrirnos a las nuevas relaciones partiendo del presente, del aquí y ahora, dejando atrás lo que no es, lo que no existe.
Con ese punto de reiteración no hay forma de salir de las determinaciones, es realmente difícil. En la situacion de los hombres, pero asimismo en la situacion de las mujeres. Lo que los hombres se juegan en la sexualidad y lo que se juegan las mujeres es distinto. Esa diferencia radical es la que vuelve imposible la complementariedad.
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Si bien ciertamente las oraciones de Jacques Lacan, así como su teoría, no son fáciles de entender, encierran un profundo conocimiento. Este ha sido un modesto intento de penetrar en esos misterios, pero claro está que no alcanza a dilucidar entre los enfoques mucho más brillantes acerca de la mente humana. “Toda relación se apoya en una cierta relación entre dos saberes inconscientes”. Las frases de Jacques Lacan no están diseñadas para facilitar la comprensión de los que leen. Por eso muchas de ellas son complicadas y parecen herméticas.
Esto se va realizando desde el principio, del lado del analista, el analista interviene para que el sujeto vaya encontrando esto. No se trata de ir aconsejando nada, sino más bien con la escucha participa para realizar aparecer la diferencia entre esas determinaciones edípicas y lo mucho más propio. Y en ese momento el sujeto ya no puede regresar atrás. Por el momento no es que mi papá, mi mamá, mi hermano, mi hermana… es algo suyo, hablamos de una invención que cada uno hizo.